lunes, 24 de noviembre de 2008

Dudando entre. Capítulo4

-¿Te ibas?
-La verdad es que sí, he quedado con unos amigos en “Tiempo Perdido”.
-¿Por qué no les llamas y les dices que llegaras un poco más tarde?
-Tienes suerte, soy fácil de convencer. Tal vez no haga falta llamarlos.
-Entonces, ¿tienes tiempo para tomarte una copa conmigo?
-¿Y tus amigas?
-No te preocupes, saben cuidar de sí mismas.
-Entonces acepto gustoso tu invitación.

La chica sopló hacia arriba, en un intento fallido de apartarse un mechón de pelo que le caía sobre un ojo, para posteriormente apartárselo con suavidad con la mano. Con el movimiento liberó pequeñas partículas de discreta fragancia. Fue ella la que inició de nuevo la conversación.
-He visto que no podías quitarme los ojos de encima.
-¿Tanto se me notaba?
-Bueno, lo cierto es que a mí también me has llamado la atención, aquí, tan solito. Pero no se te da nada bien lo de disimular. Y dime, si tus amigos están en otro sitio, ¿por qué estás aquí solo tomándote una copa?
-Me dijeron que llegarían tarde, así que he decidido entrar a hacer un poco de tiempo. –mintió él.
Hizo un gesto al camarero, que se acercó a servirles.
-¿Qué tomas? –preguntó a la chica
-Un gintonic, por favor.
Le pidió dos gintonics al camarero, que se prestó a la tarea de inmediato.
-Y tu novia, ¿no sale esta noche? Porque imagino que alguien como tú no estará soltero y sin compromiso.
-Hoy he decidido salir solo…Carraspeó.-bueno, con mis amigos.
-¿Soléis salir cada uno por vuestra parte?
-Últimamente lo hacemos más a menudo. Los dos necesitamos nuestro espacio, necesitamos sentirnos libres de vez en cuando. ¿Y tu novio?
-Casualmente hoy no salía. ¿Y confías en ella? Quiero decir, ¿No crees que tal vez esté haciendo lo mismo que tú?
-¿Y que estoy haciendo yo, según tú?
-Sin duda estás flirteando con una desconocida, con unas intenciones algo más que dudosas.
-Perdona, pero eso lo supones tú. Has sido tú la que ha venido. De todas formas, confío en ella, por eso continúo mi relación. ¿Qué es una relación sin la confianza mutua?
Dieron unos tragos a sus respectivas copas, que iban descendiendo de nivel a una velocidad alarmante.
-Es cierto, ¿pero no crees que esa confianza puede dar pie a una tentación? Quizá encuentre a alguien interesante, y se olvide de tí en algún momento.
-Algo parecido me está ocurriendo, aunque yo no consigo olvidarme de ella.
-¿Me encuentras interesante?
-Sin duda alguna.
La chica volvió a llamar al camarero.
-¿Y crees que esto es bueno para tu relación? Porque tienes que saber que a mi me gustas, y que detrás de tus ojos veo algo que me gustaría poder llegar a saber. Por eso me he acercado a saludarte…
-Tú a mí también me gustas, de hecho había pensado en acercarme a vosotras, pero finalmente pensé que estabais demasiado ocupadas. Así que iba a marcharme cuando te he encontrado delante de mí. Me ha encantado. Me encantan las chicas que saben lo que quieren. Denota fuerza, decisión, y eso es algo que me atrae muchísimo.
-¿Te estás olvidando de tu novia?

Se quedó pensativo, incapaz de encontrar una respuesta adecuada. Imágenes, reales y ficticias se cruzaban fugazmente por su cabeza, confundiéndolo. Reales con su novia, imaginarias con la desconocida. Optó por lo más sencillo. Mantener la boca cerrada.
En ese momento las amigas de la chica se levantaron, hicieron unos gestos de despedida, y se marcharon. La chica agitó la mano, correspondiendo a los gestos.


Os dejo con la mejor historia de amor jamás cantada, aunque puede ser que mi opinión no sea muy objetiva. Aunque tan válida como cualquier otro punto de vista. M, Los Piratas:

1 comentario:

Dani Blazquez dijo...

Gran canción! Q grandes son!